Las prótesis dentales han evolucionado con el paso del tiempo de una manera extraordinaria, tanto funcional como estéticamente. Cada día vemos que surgen nuevas técnicas y materiales que brindan facilidad en el proceso de manufactura. Si nos detenemos y recordamos un poco cómo eran fabricadas las prótesis dentales en épocas anteriores, podemos darnos cuenta de todo lo que hemos avanzado, sin embargo no ha sido suficiente. Hoy en día vemos muchísimos pacientes portadores de prótesis acrílicas que sienten una gran inconformidad estética.
En la actualidad vemos cómo las prótesis, en la mayoría de los casos, son confeccionadas de una forma que podríamos decir estandarizada, en la que se utilizan dientes y bases acrílicas con un mismo aspecto cromático para todos los casos sin importar la edad, sexo, color de piel, raza, así como también hábitos del paciente, dejando de lado la personalización del aditamento protésico.
Desde hace mucho tiempo hemos arrastrado una manera de trabajar hoy en día algo obsoleta, al momento de la fabricación de las bases protésicas. Si revisamos un poco la historia desde que las resinas acrílicas reemplazaron al caucho vulcanizado y empezaron a emplearse las bases protésicas, veremos que hasta el día de hoy han sido empleadas del mismo modo, con un aspecto monocromático; no nos hemos desprendido de esa manera de ver las bases protésicas de un solo color rosado coral y esto radica en que nos han inculcado esa cultura desde hace mucho tiempo.
Pero la realidad actual es otra, las necesidades del paciente y las exigencias son cada vez más altas. Cuando confeccionamos una prótesis total, sabemos que el diente artificial debe tener un buen aspecto tanto anatómico como cromático, que está en armonía con el perfil de cada paciente sin alterar la naturaleza del mismo. También las bases protésicas deberían cumplir con el mismo requisito, siguiendo siempre la esencia de la enc.a natural, pero para hacer una simulación tanto cromática como del modelado anatómico de la encía, debemos tener algunos conocimientos básicos de la conformación de la encía, y se deben utilizar materiales que permitan hacer la simulación por medio de pigmentos combinados.
Sabemos que la encía rodea el cuello del diente y tapiza la arquitectura del proceso alveolar tomando su forma, por otra parte la encía natural no es de un solo color; esta puede variar en cada paciente dependiendo el grado de queratinización, vascularización, la cantidad de melanina entre otros factores, es por esta razón que no podemos estandarizar las prótesis dentales en cuanto al color del tejido gingival: cada paciente es único y por lo tanto el trabajo debería ser único también.
En los pacientes que padecen una sonrisa gingival y son portadores de prótesis totales o parciales, el factor del color y modelado de la encía artificial juega un papel mucho más importante que en aquellos pacientes con una sonrisa media o baja. Por lo general vemos que estos pacientes, al sonreír, llevan la mano al rostro queriendo tapar su boca por miedo a que su prótesis sea percibida. Muchas personas piensan que este aspecto no es tan importante ya que en muchas ocasiones no se ve al sonreír, pero va más allá de lo que otros no ven y no sienten, el paciente, al ver que su prótesis tiene una apariencia natural, estará más seguro de lo que lleva puesto ya que sentirá que tiene un objeto más real en su boca.
Si deseas conocer más sobre la personalización de prótesis acrílicas y su caracterización de acuerdo al paciente, te invitamos a descargar a continuación el artículo completo del Técnico Protesista Dental, Jean Carlos Briceño publicado en la edición Mayo – Junio 2017 de la revista «Técnica dental».