Infinidad de mitos han rondado a las amalgamas desde hace más de 200 años cuando se reportó el primer uso de esta aleación en la Francia de 1823. Con el propósito de aclarar las dudas que múltiples pacientes y odontólogos se plantean a diario sobre este material de relleno empleado para restablecer funciones masticatorias y la estabilidad de las piezas dentales afectadas por la carie, el ingeniero metalúrgico y Coordinador Técnico de Dispositivos Médicos de New Stetic, Gabriel Jaime Gómez Mejía, nos develará paso a paso el misterio de la amalgama. ¡Veamos qué dice al respecto!
¿Es tóxica la amalgama?
No. Aclaremos en principio que hay una diferencia entre toxicidad de la amalgama y toxicidad del mercurio. Las amalgamas son todas aquellas mezclas de metales en polvo como plata, estaño, cobre y zinc, entre otros, unidos a través de mercurio metálico o elemental (Hg), cuyos efectos tóxicos en el medio ambiente y en las personas representan un temor latente en el ámbito de la minería a gran escala, las baterías o el consumo de atún, entre otros. Sin embargo, en cuanto a la salud oral se refiere, la literatura científica y organizaciones internacionales como la Asociación Dental Americana (ADA), la Federación Dental Internacional (FDI), la Administración de Alimentos y Medicamente (FDA) de los Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud ratifican la seguridad y efectividad de este material para los pacientes en general, con excepción de los niños menores de 6 años y las madres en estado de lactancia. La razón de la biocompatibilidad de la amalgama radica en que el mercurio, al combinarse con la aleación dental, forma un compuesto con propiedades físico-químicas y toxicológicas radicalmente diferentes a las del mercurio como elemento individual.
¿Aún se comercializa?
Claro. En la actualidad no solo se fabrican y distribuyen distintos tipos de amalgama sino que en Colombia es un material con amplio uso en la prestación de los servicios de salud oral a través de las IPSs. De hecho, en New Stetic contamos con diversas aleaciones para amalgama con uso aprobado por la FDA de Estados Unidos como Nu Alloy, High Alloy, Un Alloy Active o Un Alloy 40, que puedes encontrar en nuestra página web. Acorde con MUTIS, Martha et al (2011) «algunos informes de costo-efectividad en Latinoamérica han mostrado que el uso de resinas compuestas en lugar de amalgamas ha aumentado el costo de servicios odontológicos en más de un 50%, lo cual genera en un grupo importante de economistas de la salud y en amplios sectores de las sociedades científicas y salubristas públicos, una posición muy discreta, y en otros casos, defensora del uso de este material dental”.
¿La resina de fotocurado es mejor material que la amalgama?
Eso varía. Vale pena expresar que no existe el material dental restaurador ideal pues todos de alguna forma tienen sus ventajas y desventajas, por lo que su elección está directamente ligada a las necesidades puntuales de cada paciente. Si bien factores como la estética y la preocupación mundial por el manejo ambiental del mercurio han hecho que las resinas de fotocurado cada vez se utilicen más como material restaurador -principalmente en la práctica odontológica privada- la amalgama aún tiene un papel preponderante en los servicios de salud del estado, no sólo en Colombia sino en el mundo.
Si tengo amalgamas en uno o varios dientes ¿es necesario retirarlas?
No es necesario ni recomendable cuando la amalgama no presenta ningún tipo de problema funcional o clínico para el paciente. Retirar una amalgama clínicamente funcional y reemplazarla por otro material conlleva varias dificultades como exponer al paciente a vapores de mercurio y partículas de amalgama cuando no se hace un retiro adecuada de ésta, sacrificar tejido sano en la preparación cavitaria, la posibilidad de que el paciente regrese en un corto tiempo debido a fallas en la nueva restauración o la necesidad de un tratamiento de restauración mucho más costoso. Si definitivamente el paciente quiere que le retiren sus amalgamas, es prioritario que conozca de boca del odontólogo las posibles consecuencias de dicho procedimiento.
¿Cuándo usar amalgama?
Depende. No es gratuito que la amalgama sea el material de restauración más investigado y usado en el mundo. A lo largo de su historia ha sufrido diferentes desarrollos en su composición, que permitieron mejorar sus propiedades físico-químicas, mecánicas y de desempeño clínico. Debido a sus características, la amalgama se destina actualmente para restauración de cavidades clase I y II en dientes posteriores (molares y premolares). Y si bien es cierto que para la restauración de dientes anteriores el material más usado y recomendado son las resinas de fotocurado, no se debe descartar el uso de la amalgama bajo ninguna circunstancia.
¿Qué ventajas tiene el uso de amalgama?
El uso de esta aleación dental tiene cuatro grandes beneficios frente a otros materiales similares: mayor resistencia a la compresión y al desgaste, durabilidad en boca (hasta 20 años o más según el cuidado que se le dé), menor costo y técnica sencilla de aplicación. No debe olvidarse que el éxito clínico de una restauración con amalgama depende principalmente de la calidad del material y la técnica del profesional; y mientras estos dos aspectos estén cubiertos, solo resta que el paciente tenga adecuados hábitos alimenticios y de higiene oral, unidos a una visita periódica a su odontólogo.
Recuerda que la decisión de usar o no amalgama depende de varios factores como la formación académica que haya tenido el odontólogo, la rentabilidad que tiene para su consultorio particular manejar resinas en lugar de amalgamas, el desconocimiento del paciente y el manejo que se le da al concepto de la estética. Por ello, con el fin de seleccionar la mejor opción y evitar la presión ejercida por tendencias comerciales, es necesario conocer esos pros y contras de cada material que aporten criterios a la hora de comprar. En New Stetic te ofrecemos materiales restaurativos de la mejor calidad tan variados como los gustos, de manera que puedas elegir el que mejor se adapte a tus necesidades. ¿Qué esperas?